Si a día de hoy buscas en Google la palabra “ansiedad”, te encontrarás con nada más y nada menos, que…: 56.700.000 resultados. Son muchos, ¿verdad? Impresiona. Pero casi impresiona más aún, saber que el número de personas afectadas por ansiedad va peligrosamente en aumento. Incluso, llegando a doblarse la prevalencia tras la pandemia.

Pese a que ofrecer una definición de ansiedad 100% completa y breve al mismo tiempo es una tarea casi imposible (piensa que hay tesis doctorales enteras hablando, únicamente, de ese tema), hoy, vamos a intentar tocar los puntos más importantes relacionados con la ansiedad, para que te sea más fácil identificarla cuando ésta aparezca, y puedas gestionarla lo mejor posible. Vamos allá 😉

¿A QUÉ LLAMAMOS ANSIEDAD?

Con el libro de fisiología en mano, diríamos que la ansiedad es una respuesta psicoemocional de lucha-huida. La ansiedad se activa cuando tu cerebro interpreta que hay una posible amenaza en el entorno.

¿CUÁL ES LA FUNCIÓN DE LA ANSIEDAD?

Te lo resumo: SOBREVIVIR. Activar y aunar todos los recursos de tu cuerpo y mente, para poder combatir o escapar de un posible peligro, y proteger al organismo. En situaciones límite, necesitamos respuestas límite. La ansiedad prepara al cuerpo para ofrecer una respuesta automática y rápida ante un peligro. Por muy desagradables que sean algunos de sus síntomas, la ansiedad nunca busca dañar al organismo. Su función, siempre es protectora.

¿QUÉ SÍNTOMAS ME PUEDE DESENCADENAR LA ANSIEDAD?

 Los síntomas de la ansiedad van desde los más conocidos, tales como taquicardia, problemas para conciliar el sueño (típica noche antes de un examen…), nerviosismo,… hasta sensaciones como mareo extremo, ver puntitos luminosos, visión borrosa, entumecimiento y hormigueo, rigidez muscular, presión en el pecho, dificultades para concentrarse, problemas gastrointestinales, sensación de calor en la nuca, vértigos, o dificultad para respirar que llega hasta sensación de ahogo o asfixia.

¿ES POSIBLE DEJAR DE TENER ANSIEDAD PARA SIEMPRE?

No hay Homo Sapiens documentado que no haya experimentado nunca la respuesta de ansiedad. Y… si no la ha experimentado… quizás sea porque cuando se tuvo que activar, no se activó, y por eso ya no está aquí… en otras palabras: la ansiedad busca, en última instancia, tu supervivencia.

Ponerte de objetivo “Dejar de tener ansiedad”, te supondrá dos problemas:

 1º) NO es un objetivo realista (sería como ponerse de objetivo, dejar de tener sueño, o hambre).

2º) Incluso, aunque fuese posible, no te permitiría vivir mejor. A la primera amenaza real que aparezca en tu vida, no podrías reaccionar debidamente. Imagínate: aparece un coche en dirección contraria, y tú… tan pichi! No tiene mucho sentido… ¿verdad? En este ejemplo, lo que te permite girar el volante rápidamente, y salvarte tú, y a quienes vayan contigo en el coche, no es otra… que la ansiedad.

CONCLUSIONES

 La ansiedad es una respuesta psicoemocional innata, automática, y cuyo objetivo es tu propia supervivencia. No obstante, cuando se activa cuando “no toca” (es decir, cuando no hay ningún peligro “real” a la vista) o cuando se activa en exceso… te puede ocasionar una seria de síntomas, realmente desagradables.

Que la ansiedad sea algo que nos viene dado de serie, no significa que tengamos que resignarnos a padecer estos síntomas, día tras día, y sin mejora alguna. Viendo cómo nuestra vida pasa, y viendo cómo la ansiedad forma parte de ella de una forma, que no nos agrada.

Existen varias terapias y técnicas, especialmente dirigidas, al tratamiento de la ansiedad. Una de ellas es la conocida Respiración Controlada (puedes acceder a conocer los pasos de esta técnica, en este link, y sus beneficios, en este otro link). Otro punto SÚPER importante, es aprender a conocer qué es la ansiedad, aprender a identificar tus síntomas, etc.

Aprender a gestionar tu ansiedad puede ser un proceso duro, complicado y con alguna que otra piedra en el camino. Actualmente, existen centenares de libros de autoayuda y/o pseudociencias varias, que te prometen acabar “de una vez por todas” con la ansiedad. El problema es que, como comentamos anteriormente, cuando alguien te promete “dejar de tener ansiedad”… te está prometiendo algo poco realista. Y por tanto, te frustrarás. Y mucho.

Lo que nos dice la ciencia, es que el primer tratamiento indicado para la ansiedad, no son ni los psicofármarcos, ni el Reiki, las flores de Bach… sino la psicoterapia basada en la evidencia.

Si sientes ansiedad, puntualmente o de forma crónica, no dudes en consultar con un profesional cualificado que pueda asesorarte.

Si deseas contactarme para cualquier duda o cuestión, puedes contactarme en mis Redes Sociales (Facebook o Instagram), o a mi dirección de correo electrónico: contacto@patriciagarciapsicologa.com

La ansiedad, tiene solución. Aprender a gestionarla puede parecer difícil, pero no tienes por qué aprender sólo/a. No dudes en buscar ayuda si lo necesitas ✅

REFERENCIAS

Beck, A. y Clark, D. (2012) “Terapia cognitivo-conductual para trastornos de ansiedad” Ed.: Desclee de Brouwer

Forsyth, J. y Eifert, H. (2014) “Terapia de aceptacion y compromiso para trastornos de ansiedad” Ed.: Mensajero

Racine N, McArthur BA, Cooke JE, Eirich R, Zhu J, Madigan S. (2021) “Global Prevalence of Depressive and Anxiety Symptoms in Children and Adolescents During COVID-19: A Meta-analysis”. JAMA Pediatr. Published Online. DOI:10.1001/jamapediatrics.2021.2482