Aproximadamente un 20% de la población total (incluyendo hombres y mujeres) presentan una Alta Sensibilidad. Sin embargo, ¿cuántas de esas personas crees que son conscientes de esa peculiaridad? Te sorprendería saber la cantidad de personas que viven sin saberlo… y que, lamentablemente, pagan con creces las consecuencias de desconocer este RASGO de ellas mismas. Vamos a verlo 😉
ÍNDICE
¿QUÉ ES LA ALTA SENSIBILIDAD?
Cuando hablamos de Alta Sensibilidad, hablamos de un RASGO; es decir, un elemento característico, relativamente estable de la personalidad de la persona. Cuando este rasgo está presente, la persona presenta un sistema neurosensorial más fino y más desarrollado que la mayoría poblacional. En otras palabras: la persona es más sensible a estímulos físicos, emocionales y sociales.
La alta sensibilidad comúnmente ha sido concebida como un problema en sí mismo. Sin embargo, ésta es una visión muy reduccionista de esta característica ya que, como veremos, es un rasgo de la personalidad que (con la gestión adecuada) también presenta múltiples beneficios.
Ten en cuenta también, que ser una persona con Alta Sensibilidad no es algo que tienes, es algo que ERES. Por lo que, cuanto antes comiences a aceptarlo y a armarte de herramientas para gestionar esa alta sensibilidad, mucho mejor.
¿DE DÓNDE SURGE EL TÉRMINO “ALTA SENSIBILIDAD”?
El término Persona Altamente Sensible (del inglés: Highly Sensitive Person (HSP)) aparece en los años 90 de la mano de los psicólogos Elaine Aron y Arthur Aron.
Si te pica la curiosidad, puedes encontrar en la página web de la Dra. Aron un test para averiguar si eres una Persona Altamente Sensible 📖 >> https://hsperson.com/test/highly-sensitive-test/ (Si el inglés no es tu fuerte, no te preocupes, que eso no te frene: el Traductor de Google será tu alidado 🙂).
¿QUÉ CARACTERIZA A UNA PERSONA ALTAMENTE SENSIBLE?
Siguiendo a la Doctora Elaine Aron, para calificar a alguien cómo persona con alta sensibilidad, ésta debe reunir cuatro pilares base.
También conocidas como “D.O.E.S”, estos cuatro pilares son:
- Deep processing (disponer de un procesamiento profundo)
- Overstimulation (llegar fácilmente a la sobre-estimulación)
- Strong Emotions (sentir emociones fuertes)
- Sensitive to subtleties (mostrarse sensible a los comentarios de los demás).
ENTONCES, ¿EN QUÉ LE REPERCUTE ESTO A LA PERSONA ALTAMENTE SENSIBLE (PAS)?
La PAS va a recibir una proporción ingente de información sensorial simultánea, en comparación con una persona que presente un nivel de sensibilidad más cercano a la media poblacional. Este hecho puede ocasionar una especie de “saturación sensorial” (¿te suena esa sensación de “Que se pare el tren, ¡que yo me bajo…!” ? Pues algo parecido 😉) que mantenida en el tiempo, pueda proliferar de forma patológica en la persona (p.ej.: ataques de ansiedad, estrés crónico, etc.). Teniendo esto en cuenta, te podrás imaginar que, en comparación a la media, una PAS tiene muchas más papeletas para desarrollar cualquier tipo de enfermedad, ¿verdad? Pues sí, efectivamente, así lo dicen los números.
Si eres una Persona Altamente Sensible, es muy posible que te hayas encontrado en alguna de las siguientes situaciones:
- Evitando situaciones y/o lugares que te puedan hacer sentir abrumado/a (p.ej.: grandes aglomeraciones).
- Disfrutando enormemente de placeres que otros son incapaces (o les cuesta mucho) valorar. Una buena comida, el placer de una ducha caliente, el olor de una fragancia… (¿Ves? 🙂 Te dije que no todo eran inconvenientes 😉).
- Sentirte conmovido por una obra de arte (Sí, si a ti también se te han puesto los pelos de punta al escuchar la banda sonora de Jurassic Park, das positivo en esta ✅ ).
- Creando vínculos muy (pero que muy) estrechos con tus seres queridos. Las PAS suelen preocuparse profundamente por sus allegados. Valoran mucho cuando el vínculo es sano, y también, viven con mucho dolor las “traiciones” de las personas importantes para ellas.
- Sentirte ultrasuperhipermegadolido/a por un comentario categorizado como “broma” por parte de una tercera persona, que en realidad no tenía ninguna intención de herirte. Simplemente, te ha hecho una broma desafortunada que ha chocado directamente con tu sensibilidad*.
(*) Ojo! Que la persona no lo haya hecho con mala intención, NO le da derecho a hacerte bromas que te hieran. Házselo saber asertivamente, y exprésale los motivos por lo que te has sentido dolido/a. Si aún así insiste… 1) Replantéate si ha entendido bien el mensaje, y 2) Replantéate, si realmente quieres en tu vida a una persona que te dice/hace algo, aún sabiendo que te hiere.
EN CONCLUSIÓN
Si escuchas con frecuencia este tipo de frases:
“Ai, si es que eres un/a maltomao/a”
“Tampoco es para tanto, qué sensible eres”
“¡Vaya llorica…!”
“No te estoy gritando, sólo te estoy hablando alto… ¡Qué exagerado/a eres!”
“Son sólo animales, no sé por qué te dan tanta pena”
[Largo etcétera…]
Es probable que estén ocurriendo dos cosas:
1) Que seas una Persona Altamente Sensible, y
2) Que estés en un entorno que NO legitima tu Alta Sensibilidad.
Piensa, que 2 de cada 10 personas presenta el rasgo de la alta sensibilidad.
No es algo negativo, pero en un mundo en el que se entiende la sensibilidad como sinónimo de vulnerabilidad, sí que nos puede dar más de un dolor de cabeza… y minar nuestra autoestima de forma considerable.
Al NO ser una enfermedad, NO TIENE CURA, pues no hay ninguna patología detrás. Lo que sí que puede bifurcar en un problema a tratar, es la mala gestión de la alta sensibilidad.
✅ Bien gestionada, puede permitirte disfrutar de aspectos que, de otro modo, no podrías disfrutar con tanta plenitud.
REFERENCIAS
Aron, E. (2006). “El don de la sensibilidad”. 6º Ed. Barcelona, España: Editorial Obelisco.
Aron, E. (1997) “The Highly Sensitive Person: How to Thrive When the World Overwhelms You” Ed.: Thorsons Classics.
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