Como todo en esta vida… los extremos rara vez son buenos. Y cuando nos adentramos en el continuo “Positividad – Negatividad”, no es una excepción. Todos/as estamos de acuerdo en que un exceso de negatividad, no nos llevará a buen puerto. Pero… ¿y un exceso de positividad? Eso, no todo el mundo lo tiene tan claro… vamos a verlo 😉
ÍNDICE
¿QUÉ ES LA POSITIVIDAD NAIVE o POSITIVIDAD TÓXICA?
La negación de las emociones parece ser algo que lleva inoculado en nuestra sociedad desde el comienzo de los tiempos: “Los niños no lloran”, “Aunque estés triste, tú sonríe, dientes dientes…!”, y frases de ese tipo, así lo demuestran. Sin embargo, ahora, que parece que vamos evolucionando en todo este mundillo de la educación emocional, nos ha llegado una “nueva” corriente. Una corriente con un mensaje que a primera vista, suena muy vendible: el positivismo extremo.
Las tacitas de Mister Wonderful están genial como regalo-broma a tu amiga cuando se te ha olvidado su cumple y no sabes qué regalarle, pero como filosofía de vida… se nos queda un poco coja. El positivismo extremo tiene un problema de base, y es que cualquier contacto con la realidad… es pura casualidad. Nos impone una actitud falsamente positiva, sin importar cuál sea la situación, mitigando y negando cualquier emoción “negativa” que podamos llegar a sentir. Es decir: desde este enfoque, todo lo que no sea sentirse feliz, cabalgar unicornios y nadar en purpurina, es tachado de “negativo” y por tanto, desechado de inmediato.
¿QUÉ PROBLEMAS TIENE ESTE ENFOQUE DE LA POSITIVAD EXTREMA?
Mark Manson, en su obra “The subtle art of not giving a f*ck (“El sutil arte de que (casi todo) te importe un carajo”, 2018), exponía que “evitar el sufrimiento es una forma de sufrimiento”, y que “la negación del fracaso, es un fracaso”. Y no le faltaba razón, pues por definición… en la vida, sufrimiento y fracasos, no te van a faltar. Forman parte de la vida, y por mucho que intentemos controlarlo todo, alguno vendrá. Ojalá, que te lleguen los menos posibles, pero aquí, no queremos engañar a nadie: venir, vendrán. Y cuanto antes lo aceptes y te prepares para ello, mejor te irá.
Intentar huir de una realidad que, antes o después, acabará llegando, te debilita. En cambio, aceptarla y afrontarla de forma consciente, te permite no sólo superar ese sufrimiento, sino además, salir enriquecido/a tras ese proceso de superación.
¿QUÉ IMPLICACIONES TIENE ESA “POSITIVIDAD NAIVE” EN NUESTRAS RELACIONES INTERPERSONALES?
LA INVALIDACIÓN EMOCIONAL
Un fenómeno del que (creo) que necesitamos divulgar más los psicólogos, es el tema de la invalidación emocional. Por invalidación emocional, entendemos cualquier conducta que implique rechazar, negar o incluso evitar, lo que la otra persona está sintiendo. Aquí te dejo algunos ejemplos prácticos que he compartido en mi Instagram y Facebook (con su respectiva alternativa…. Más saludable y respetuosa para todos/as 🙂):
¿QUÉ CONSECUENCIAS TIENE LA INVALIDACIÓN EMOCIONAL PARA NUESTRA AUTOESTIMA?
Pues básicamente, un batacazo considerable, pues son situaciones en las que la persona nos está invalidando algo tan automático y evolutivamente NECESARIO, como lo son las emociones. Y además… colateralmente nos envían un mensaje tremendamente tóxico, que es: que (encima) la culpa es tuya, por sentirte así. Vaya tela… ¿no? 🤔
Pues sí… y es que, probablemente, te encontrarás con mensajes tipo:
❌ “Es que eres demasiado sensible”
❌ “Es que eres un/a traumas”
❌ “Es que estás muy estresada, chico/a, deberías de hacer más yoga” (Porque él/ella es yogui, y le va “bien”).
❌ “Es que no es para tanto, te preocupas por todo”
❌ “Es que te veo muy hater”
❌ “Es que eres un/a dramas”
❌ Etc etc etc…
¿QUÉ PUEDO HACER CUANDO ALGUIEN ME INVALIDA EMOCIONALMENTE?
Y aquí… como siempre… hemos de invocar a nuestra amiga: la ASERTIVIDAD ✅ 😌
A menos que tengas alguna desregulación cerebral o te hayas tomado 10 cafés, tus emociones seguramente estarán funcionando bien. Te estarán avisando de algo (lo cual… siempre ha sido su función). Así que:
✅ ESCUCHA a tus emociones.
✅ ACEPTA que tú, estás bien sintiendo.
✅ ANALIZA si estás sobrerreaccionando ante la situación; o si, acorde a TUS valores y prioridades, efectivamente, es algo por lo cual tiene todo el sentido del mundo estar preocupado/a.
✅ RESPONDE a esa persona, con toda la serenidad y asertividad que te sea posible. Recuerda, que todos/as podemos, en algún momento dado, no responder adecuadamente e invalidar emocionalmente a alguien (porque nos falten herramientas, porque en ese momento nos han pillado un poco espesos/as, o por mil razones. Somos humanos, y podemos meter la pata. Eso tenlo siempre presente… que es muy sano 🙂 ).
✅ ACTÚA acorde a lo que te guíen TUS valores. Ten en cuenta, que la opinión de la otra persona, es eso: UNA OPINIÓN. No tiene por qué formar parte de TU realidad. Eso… lo decides tú 😊
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